– Cantata para Jaime Garzón

(fragmento: 25 estrofas/150)

© Jorge Salazar Isaza

© música y canto: Diego Neira.

(Coro)
Pa' el pueblo lo que es del pueblo
que el pueblo se lo gozó.
Pa' el pueblo lo que es del pueblo
pa' siempre Jaime Garzón.

– Vida

(1)
Si, el pueblo se lo gozó
y se rio Colombia entera
hoy con un alma sincera
vamos rendir homenaje
a quien tuvo ese coraje
de arroparse en la bandera.

(2)
A Jaime Garzón cantamos
nos distingue su amistad,
su recuerdo es la heredad
del humor que sigue vivo,
en un caldo de cultivo
de corrupción, mezquindad…

(3)
Pocos ejemplos existen
de un talento tan brillante
pues la crítica punzante,
que fue su arma favorita,
a toda Colombia invita
a ser un pueblo pensante.

(4)
Aquí estamos hoy reunidos
celebrando tu memoria,
muchos años de tu gloria
confirmaron el talento
por pica tu pensamiento
aún sigue haciendo historia.

(5)
Vamos a cantar la historia
de aquel payaso divino
que cruzó nuestro camino
y nos dio tanta alegría
más su corazón sufría
por un país sin destino.

(6)
Ya existen muchos relatos
de Jaime Garzón Forero,
un humorista cerrero
llevó el país en sus poros,
hoy quiero unirme a los coros
con este canto postrero.

(7)
Para pensar en su herencia
recordemos los aciertos
¡si! de quien desfizo entuertos
a manera de Quijote
en un país chafarote
que se olvida de sus muertos.

(8)
Yo no soy poeta ni nada
estuve cerca de Jaime
antes que me pegue alzhéimer
vengo a contarles la gesta
de quien bien empleó su testa
para que violencia amaine.

(9)
Profesor de Jaime yo fui
en la Normal de la Paz,
a nadie daba solaz
perturbador elemento
y el alumnado contento
por su lengua montaraz.

(10)
En recreos hacía corro
tenía público propio
desde entonces cual “cronopio”
puso a soñar galería
todo el mundo lo quería
por ser un calidoscopio.

(11)
Y sus prácticas de maestro
¡huy! fueron de antología,
su clave en pedagogía:
ninguno aprende aburrido
a descubrir el sentido
albergado en la poesía.

(12)
Yo no canto pa’ que me crean
ni pa’ que alguno me pague.
Que memoria no se apague
de tan eminente artista,
se salió de toda pista
y será el rey del amague.

(13)
Cuanta tristeza escondida
se anidó en aquella risa,
en aquella suave brisa
de estar en su compañía,
todo el mundo la sentía
pues nadie tenía prisa.

(14)
Garzón es de aquellos muertos:
que siguen haciendo historia,
se resiste la memoria
dejar a olvido su herencia.
No se agota su querencia,
fluye cariño la noria.

(15)
Él no se murió de envidia,
enfermedad que aquí cunde,
a Garzón no lo confunden
con un artista banal
tiene adiós de carnaval
pues su alma no se refunde.

(16)
Artistas como él hay pocos,
que tengan un humor lírico
con un gran sentido cívico.
Por el bien común buscar
nunca se dejó asustar,
de todos fue acerbo crítico.

(17)
Aún vive obra de Jaime
de todos un patrimonio,
espanta nuestro demonio
la tan consabida envidia
que causa tanta perfidia
y nos lleva al manicomio.

(18)
En medio del pandemónium
por fin apareció artista,
el deslumbrante analista
de la vida colombiana.
De reír hizo dar gana,
terapia de especialista.

(19)
De figuras emblemáticas
 hay pocas como Garzón.
Levanta el caparazón,
sonsaca de su escondite
los pillos para un convite.
Y te odiaron sin razón.

(20)
Jaime Garzón no fue santo
de todas las devociones,
incomodó los glotones
ansiosos de “mermelada”,
que a la codicia sagrada
dirigen sus oraciones.

(21)
Garzón no se resignó
a vivir entre exabruptos
en vez de justicia, eructos,
lanzan muchos dirigentes
poco importa que la gente
se friegue por los corruptos.

(22)
Celebremos la memoria
de su lucidez y humor,
propaguemos el rumor
de que Garzón sigue vivo,
pensamiento tan altivo
de guerras cura el tumor.

(23)
¡Hurra! Elevemos un globo
con una imagen risueña,
a ver si así todos sueñan
pa’ nuestra tierra la paz
y llevemos el compás
por una patria hogareña.

(24)
En la tele de Colombia
presentó con desparpajo.
Garzón, ni por el carajo,
ante nadie se doblega
a políticos dio brega
y su humor lo volvió majo.

(25)
En un sentido general
su agudo humor fue político,
escogió ser analítico
de realidad descarnada.
Hoy su risa enarbolada
ya tiene carácter místico.

(Coro)
Pa' el pueblo lo que es del pueblo
que el pueblo se lo gozó.
Pa' el pueblo lo que es del pueblo
pa' siempre Jaime Garzón.
                                

© dibujo: Alfredo Garzón.

El asesinato de Jaime Garzón fue una masacre. Aquel 13 de agosto de 1999 mataron a Heriberto de la Calle, Néstor Elí, Inti de la Hoz, William Garra, John Lenin, Emerson de Francisco, Dioselina Tibaná y tantos otros personajes que poblaron nuestra risa. Los colombianos de la época recordamos el preciso en que nos enteramos de la muerte de Jaime. Al país se le heló la sangre. Veinte años después del crimen muchas preguntas quedan en el aire. Tal vez nunca sabremos quiénes fueron los determinadores. El solo hecho de imaginar cómo este crimen fue posible, y lo sigue siendo, nos desesperanza de Colombia. Sin embargo, quién hizo la vida más amable nos invita a pensar el destino de un pueblo. Nuestro deber de memoria lo es también de imaginación de cara al presente.

Esta cantata es una invitación a conmemorar la gesta de un humorista que marcó nuestra cultura. Como dice el adagio: quien canta sus malas espanta. Juntos tomamos distancia de las tragedias y descubrimos una tonada con semilla de futuro. El lenguaje cuando trata de ser justo, anticipa una forma de justicia que empieza en cada cual. La violencia, si se define como sólo agresión, es siempre la de los otros. La poesía descubre el poder de las palabras, ellas son gracia que nos cobija y asombro que nos interpela.

La vida y obra de Jaime Garzón nos invita a examinar nuestro modo de ser. Cuando alguien muere por la causa de la paz, su vida es una pregunta para todos. Una dinámica de reconciliación exige una crítica sobre los valores que nos animan como pueblo y sobre aquello que nos importa como personas. Las realidades materiales son necesarias a la vida pero si las divinizamos, si les rendimos culto y sacrificio, tendemos a convertirnos en seres insatisfechos en continua comparación y propensos a la envidia. Cuando lo que nos importa de manera absoluta es la plata, un vacío espiritual se instala y la ambición borra el respeto por la vida.

En este sentido la actitud de Jaime frente a su muerte es una acción profética. Él sabía por qué hacía humor. Independiente de cualquier credo asumió como preocupación última la convivencia entre los colombianos. Llevó a sus últimas consecuencias su destino de alma rebelde. Su vida pasó entre nosotros como un deslizarse por el rápido de un río, sin miedo a las piedras, juagado de la risa y confiado en el remanso donde caería. Sus personajes aún ventilan nuestros males y su capacidad infantil de observación nos invita, por siempre, al reino de la libertad.

                                                 © Jorge Salazar Isaza

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5 comentarios sobre “– Cantata para Jaime Garzón

  1. Hola, Jorge.
    Me encantó la «Cantata para Jaime Garzón». Es un texto importante en el contexto actual de Colombia. Este modo de contar tuyo toca el alma de la gente y podría ser cantado. Siga con este blog y con relatos.

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  2. Carlos Hernán Marín Ospina

    Lo había leído por partes o entregas y, leído así, me encantó, me gustó y me descrestó; me encantó por el ritmo alegre, pese a su contenido y significado trágicos, ágil y sencillo, con ese estilo que me recuerda las tradiciones de la trova en mi natal Antioquia y Medellín; me gustó, por el compromiso serio y sincero del autor con la persona y la memoria de Jaime Garzón sobre quien no es necesario ni decir ni agregar nada a lo descrito en esta Cantata de J. Salazar: baste decir que Garzón le cambió el rumbo al humor en nuestro país, nos mostró otra forma de hacerlo y se mostró como todo un caleidoscopio, es decir, capaz de mostrar mil caras, mil acentos, mil personajes y, cada uno de ellos, un punto de vista sobre nuestra historia reciente; y me descrestó porque con este escrito J. Salazar nos muestra una faceta multicolor (escritor, poeta, costumbrista y trovador) que yo, que lo conozco “de toda la vida” no se la conocía, y fue muy grato conocérsela; tengo un par de comentarios ya más puntuales, pero como nos soy ni escritor, ni poeta, ni costumbrista ni trovador, prefiero aplazarlas y comentarlas con J. Salazar en persona, cuando la vida nos vuelva a poner a coincidir en algunos de sus recodos; mis felicitaciones. Y enhorabuena por el blog; estaré atento a su desarrollo futuro. Hasta la próxima.

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  3. Hola Jorge!
    Leo tu cantata y me resuena la caja, la flauta, la guitarra, el cuatro, los cantos, los versos cantados, entonados y danzados en esa hermosa celebración de la vida de Jaime en 2019 en Bruselas! Hermoso homenaje à Jaime. Ese dia, Alfredo estaba emocionado….como seguramente está cuando lee tus versos ahora.

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