Beso.

coplas de amores, foto: © Annie Drese
Y todo empezó en la arena.
Éramos solos chiquillos,
lejos, hacías un castillo.
Yo desde el mar cavé un canal
que rodeó con agua el panal
de tu piel, como un anillo.

Mi presencia fue discreta.
Tú muy ocupada en la torre,
por el dique el agua corre
y toca tus pies canela,
tu sonrisa me revela
la princesa que socorren.

Yo me retiro unos pasos
mientras terminas la tarea,
el sol con la mar se aparea.
Nos quedamos en silencio
en tu rostro luz presencio,
la obra se va con la marea.

Caminamos por la playa
casi por sombras envueltos
al compás, tu pelo suelto,
del murmullo de las olas,
mi corazón tan a solas
admira tu cuerpo esbelto.

Y me tomas de la mano,
seguimos así la marcha
mientras se funde la escarcha
de la soledad tan ruda
tu pulso late sin dudas:
eres mi linda muchacha.

Llegamos al campamento
donde están todos reunidos,
al fuego la olla ha hervido,
tu madre sirve la cena
a mí me da mucha pena:
se ve mi pecho encendido.

Alguien rasga la guitarra,
ya la canción se engalana
tú vas y buscas la ruana,
ella nos brinda su abrigo
mi mano se une contigo
y cardamos otra lana.

La ronda ya se dispersa,
yo te acompaño a tu tienda
vamos por oscura senda
nuestros pasos dan resabio
y se buscan nuestros labios:
tu hálito y el mío en molienda.

Mi primer beso, el último
del amor adolescente.
Si, me marca hasta el presente.
Aún siento tu miel divina,
toda playa se ilumina
por un castillo y un puente.

Fin

© Jorge Salazar Isaza